“Hoy, como marcamos veinte años desde los trágicos eventos del 7 de julio de 2005, mis pensamientos sinceros y mis oraciones especiales permanecen con todos aquellos cuyas vidas se cambiaron para siempre en ese terrible día de verano”, escribió Charles.
“Si bien los horrores nunca serán olvidados, podemos consolarnos de la forma en que tales eventos unen a las comunidades en solidaridad, consuelo y determinación. Es este espíritu de unidad el que ha ayudado a Londres y nuestra nación a sanar”, continuó.
“Como recordamos a los que perdimos, usemos por lo tanto este vigésimo aniversario para reafirmar nuestro compromiso de construir una sociedad donde las personas de todas las religiones y antecedentes puedan vivir junto con respeto y comprensión mutuos, siempre firmes contra aquellos que buscan dividirnos”.